En Oriente, todas las personas dotadas de cierta notoriedad , poseian un sello grabado con su nombre o con su marca, para imprimir un signo de propiedad sobre todo lo que les pertenecía : cosas, escritos, animales y hombres. Actualmente las cosas que pertenecen a uno se encuentran en el Registro de la Propiedad; los escritos en el Registro Propiedad Industrial; los animales ( ovejas, toros, caballos...) sus enseñas o divisas las llevan grabadas en su piel y los hombres, hace dos siglos, principalmente los " negros " eran vendidos como esclavos.
El sello era un objeto tan personal que nunca se desprendía de él su propietario : lo llevaba o bien colgado , en torno del cuello, o bien como un anillo en el dedo. El Romano Pontífice, los Reyes, los Obispos y los casados llevan en su dedo el anillo.
Dios también posee un sello con el que puede hacer múltiples usos. Que puede sellar las estrellas del firmamento para impedirles brillar en la noche ( Job. 9, 7) es un signo evidente de su poder. Este poder tiene aspectos de misericordia, puesto que puede sellar los pecados de los hombres. a fin de que desaparezcan y no se hable más de ellos ( Job 14, 17) . Si Dios marca a Jesús con su sello ( Juan 6, 27 ) , es para significar que le pertenece para siempre, totalmente, a la manera de la Amada , que pertenece por completo a su Amado, puesto que lo ha puesto como un sello sobre su corazón.
Este libro misterioso ( Apocalipsis , es un documento que está sellado siete veces, es decir, totalmente; està redactado por la misma escritura de Dios y los sellos garantizan su autenticidad. El mensaje llena todo el libro o más bien todo el rollo, pues està cubierto de escritura por el anverso y por el reverso. Es decir, que, por una parte , estas informaciones son completas y nada se puede añadir, y, por otra, que es posible adivinar algunos fragmentos sueltos gracias a las líneas aparentes. Pero lo esencial es que está sellado y sigue siendo propiedad exclusiva de Dios. Sólo Él conoce el contenido del mensaje, que no es transmisible más que si media la voluntad de su propietario. El sello indica el origen del escrito y atestigua la verdad de su contenido.
De un lado el sello significa la propiedad, el carácter secreto y la verdad o la autenticidad del mensaje. De otro , sólo tiene significación real en la medida en que este mensaje esté destinado a alguien. No se sella un rollo para que permanezca eternamente cerrado, sino para que el lector al que va destinado tenga la seguridad de que no se encuentra ante uno falso. Henos aquí sumidos en una espera impaciente y con la esperanza de conocer el verdadero mensaje de Dios.
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